Patio pequeño moderno

Planificar el comedor de verano no se parece en casi nada a planificar el de interior.

En las casas de este arquitecto no faltaba un elemento tradicional como el patio, y sus construcciones emanaban una gran simbiosis con la naturaleza. Un fiel reflejo de sus propietarios. Viajeros y "ciudadanos del mundo", como ellos mismos se definen, atesoran detalles de muy diversas procedencias y estilos, que ponen un plus de personalidad. Las jardineras de obra que recorren las paredes acogen plantas, muchas de ellas trepadoras, logrando llenar todo el espacio de naturaleza. La rastreadora de artistas y artesanos emergentes. Una casa de piedra antigua pero moderna.

Patio pequeño moderno

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Suelo de piedra.

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En segundo lugar, debes pensar en la privacidad. El amarillo es el protagonista. Este patio es un gran desahogo para una casa en la ciudad. Es una de las propuestas de IKEA para este verano. Un patio moderno para disfrutar las tardes de primavera. Estos son de La Redoute. Muebles de obra, color arena y tonos tostados. Todo es de Maisons du Monde.

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La interiorista Solange Van Dorssen lo ha decorado con muebles ligeros de fibra y protegido con un cerramiento de lamas. En realidad a las tres. Procura que sean naturales. Las plantas son las protagonistas de cualquier patio bonito. Luego puedes plegarlas para dejar el espacio libre. Instala una fuente o una cascada vertical. Y emplea otro con suelo firme donde ubicar el mobiliario. Disfrutar de comidas al aire libre es una gozada. A falta de ella prueba otras alternativas para darle frescor. Es lo que han hecho los interioristas de The Room Studio.

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En este comedor exterior todo respira la calidez de lo artesanal. Y es que no siempre querer es poder. Con suelo de microcemento. Al fondo, una cocina de exterior con muebles de obra. Mesa, de Garden Art. Un comedor de verano cuatro estaciones. Porche de madera, a medida. Su agradable sombra garantiza unas sobremesas al fresco. Mesa, de Maisons du Monde. Gracias a su banco a medida, puede multiplicar las plazas de asiento como por arte de magia. En este acogedor porche se ha ampliado la zona de la chimenea-barbacoa para instalar una cocina exterior formada por un mueble de obra con superficie de azulejos y puertas de madera donde almacenar menaje, manteles y cojines. Para aprovechar mejor el espacio, se ha prescindido de sillas a favor de un par de bancos. Un comedor exterior de aspecto natural. El entorno natural, los muebles de madera y cuerda con sabor campestre, las cortinas vaporosas para protegerse del sol y del viento

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Moderno y de aspecto ligero. En ella no deben faltar guirnaldas, globos, farolillos, o pompones de papel, como estos dispuestos en el techo. Un comedor de exterior con las mejores vistas. Este comedor de verano demuestra que no es necesario contar con muchos metros para disfrutar de una comida al aire libre. Mantel, mod. Un comedor de exterior que es una atalaya al mar. Y es que no siempre querer es poder. Las jardineras de obra que recorren las paredes acogen plantas, muchas de ellas trepadoras, logrando llenar todo el espacio de naturaleza. Mesa, de Maisons du Monde. Montse Garriga Aporta una decidida nota de confort y crea un eficaz contraste con la mesa y los taburetes Tolix. Plaid de lino, de Linen Silk, en La Maison. Sillas, de Jordi Batlle. Jarra verde, de Casa y Campo. El sol y la lluvia no le sienten nada bien a las telas, sobre todo a las naturales. Minimalistas, ocultas, integradas